Perfil educativo. Orientar en una sociedad desorientada.

La escuela inclusiva nos marca el camino de la verdadera escuela democrática y las Comunidades de Aprendizaje como estructuras ajenas a la desigualdad y a la exclusión. Para ello en un proceso interactivo el orientador debe intensificar el modelo de asesoramiento como vértice de su práctica e incluirse en todos los niveles en la práctica educativa de otros profesionales no sólo como un apoyo sino que como una agente activo. Todo ello desde un marco tecnológico que modifica los elementos y el objeto de la orientación en un cambio progresivo que transforme la estructuras sin perder la calidad en el camino hacia la igualdad de oportunidades. Para todo ello  la orientación en la sociedad informacional debe ser  integradora y comprensiva que equilibre aspectos comunes y diferenciales, analice críticamente la SI y mezcle sus modelos, actividades, técnicas y agentes. Estos factores llevan a plantear prioridades de alfabetización social, emocional y tecnológica en programas con base interdisciplinar y que a ofrezca los beneficios de la orientación y la educación sin exclusiones y comprenda aprender haciendo y dialogando como la mejor construcción posible. Como señala el profesor Rojo, , “toca universalizar los adelantos educativos, inaugurar un espacio común para comprender la verdadera renovación.”